domingo, 8 de marzo de 2009

TAREA 4





El Inconsciente

En el perfil del estudiante inconsciente, englobamos a aquellos alumnos que no se dan cuenta de sus defectos y limitaciones respecto de alguna materia, en el caso del aprendizaje de una lengua extranjera son alumnos que creerán tener un nivel de conocimiento optimistamente superior al nivel que realmente tienen, llevándolos a cometer errores que en muchos casos no servirán para la mejora, ya que pasan inadvertidos para el sujeto, o simplemente no les prestará la atención necesaria para que los errores se conviertan en algo productivo.

En el caso de encontrarnos con alumnos que se pudieran englobar en este perfil, habrá que tratar sus problemas principales. Lo primero será tratar de que se den cuenta de que sí cometen errores, y que necesitan trabajar para resolverlos, para esto debemos ponerlos en situaciones donde su dominio de la lengua quede expuesto, lo mejor será la exposición oral y la conversación abierta en la que los interlocutores les llevarán a buscar la corrección necesaria para que se pueda establecer la comunicación de forma adecuada. En este tipo de situación el conocimiento real del inconsciente queda totalmente expuesto, y le resultará prácticamente imposible ignorarlo o negarlo.

Al alumno inconsciente habrá que animarle a que trate de localizar sus propios errores, y haga hincapié sobre ellos, para esto será vital que comprenda que todavía está muy lejos de alcanzar el dominio necesario de la materia, habrá que dejarle claro que los errores sirven para mejorar siempre que sean identificados y se trabaje sobre ellos adecuadamente.

La interacción será la clave del avance del alumno inconsciente, la interacción con otros sujetos no le permitirá creer o fingir que tiene desarrolladas por completo las aptitudes, la interacción será la herramienta que coloque el nivel del alumno exactamente donde le pertenezca, y le permitirá trabajar a partir de ese punto.


El Pobre Infeliz

En el grupo de los pobres infelices englobamos aquellos que tienen dificultades para aprender la materia y además carecen de la motivación necesaria para enfrentarse a ella. Afrontan el estudio porque se ven obligados a ello, pero si dejamos fuera las circunstancias que les obligan a realizar el esfuerzo, no tienen ni el más mínimo interés en lo que van a intentar aprender.

Estos alumnos tienen un serio problema, ya que si no consiguen cambiar la motivación que los impulsa a afrontar los retos, sus metas se pueden convertir en una labor titánica con un alto porcentaje de acabar en fracaso rotundo.

Si tratamos con este tipo de alumnos deberemos tratar de conseguir, sobre todo, que consigan motivarse a realizar la tarea por iniciativa propia, el aprendizaje de ciertas materias, como por ejemplo aprender una lengua extranjera, supone un esfuerzo inmenso, y para ciertos perfiles de alumno llegará a ser un esfuerzo que rozará lo desmesurado, pero tras realizar el esfuerzo los objetivos se verán cumplidos, antes o después el trabajo acabará siendo recompensado. Pero éste tipo de esfuerzo va a requerir iniciativa propia y auténtico deseo de conseguir las metas, de lo contrario la mayoría de los alumnos que inicien la tarea de conseguir sus objetivos acabarán abandonando, agotados, exhaustos, y con la sensación de que las metas estaban totalmente fuera de su alcance, aunque esto rara vez es cierto.

Al trabajar con estos alumnos tendremos que proporcionarles una visión completa de todas las ventajas que pueden aportarles los nuevos conocimientos, tendremos que hacerles entender que pueden conseguir alcanzar esas metas, y que sobre todo la obtención de esas metas no será en vano, sino que su esfuerzo se verá ampliamente recompensado incluso en aspectos que ni siquiera habían tenido en consideración.

Si los intentos de motivar a éstos alumnos fracasan, pocos conseguirán éxito en la tarea, y los que lo consigan pagarán un precio posiblemente demasiado alto.


El Lento

En este perfil el autor ha incluido tanto a los alumnos que tienen un ritmo de aprendizaje más lento como los que comienzan el estudio del inglés a una edad tardía. Sin embargo encuentro muchas diferencias entre los personajes que se presentan:

Gerardo: este perfil corresponde al tipo de alumno que tiene un ritmo de aprendizaje más lento. Se nos presenta como un alumno que no es capaz de aprender el vocabulario básico en el mismo periodo de tiempo que sus compañeros. En nuestra opinión esto se puede deber a dos causas principales:

Gerardo piensa que es más lento que sus compañeros y presenta una falta de confianza en si mismo y en sus posibilidades con respecto al aprendizaje de esta lengua.
El vocabulario que estaba aprendiendo no le servía en su campo y no le permitía establecer una comunicación, con lo que consideramos que ante esta situación veía el aprendizaje del inglés como algo muy lejano.

Nos hemos preguntado, ante este caso si realmente el fracaso de Gerardo se podría haber evitado y tras una reflexión elaboramos una serie de estrategias o pautas de intervención con este tipo de alumnos:

- Usar estrategias que ayuden a la motivación y a la automotivación. Debemos conseguir que este tipo de alumnos se sientan capaces de aprender a hablar inglés. Ésta es la base de la que deberíamos partir, porque la motivación en este caso, ya la tienen.

- Los métodos de enseñanza que se utiliza en clase no se ajustan a las necesidades de este perfil, por lo tanto habría que emplear uno específico, posiblemente más encaminado a la comunicación más que a la memorización de ciertas palabras con las que no puede practicar y que no le son tan útiles. Se debería de emplear una metodología mucho más dinámica, utilitaria y participativa.

- Hay muchos recursos que pueden contribuir a la mejora y en este caso el profesor no los ha sabido aprovechar, recursos como por ejemplo realizar dramatizaciones, role playing, crear grupos de debate y discusión, analizar canciones, ver películas y programas de televisión en inglés, realizar viajes al extranjero, leer prensa y literatura inglesa, recitar poemas… con estos recursos se propiciaría un ambiente mucho más distendido en el que se podría practicar el vocabulario que se va aprendiendo.

- Se ha de insistir a los alumnos en que realicen todo este tipo de acciones o dinámicos también fuera de las clases.



Vicente: Este caso es diferente al anterior. Vicente es un hombre que no ha aprendido inglés porque no le encontraba una utilidad en él, simplemente no lo necesitaba. Tenía un gran éxito que había cosechado en su país y no tenía ningún impedimento para seguir progresando. En el momento en el que percibe que este idioma se convierte en una limitación que le imposibilita prosperar a mayor nivel (fuera de su país), encuentra una gran motivación y utilidad para su aprendizaje y dominio.

La gran diferencia entre Gerardo y Vicente es que este segundo se siente capaz de aprender inglés, considera que con un gran esfuerzo y que con mucho trabajo personal podrá conseguirlo.

Por lo tanto las estrategias de intervención serán diferentes, principalmente Vicente necesita un guía que le proporcione las herramientas necesarias para conseguirlo, necesita saber que recursos ha de emplear: lecturas de periódicos, ver documentales, etc…


El Incansable

Son alumnos a los que hay que darles metas cada vez más grandes, porque se esfuerzan y no pararan hasta conseguir lo que se prepongan.

Hay que volverse un incansable profesor para saber explotar ese punto fuerte que es el tiempo y esfuerzo que dedica, mandarle más y más ejercicios y practicas para que vaya perfeccionando el Inglés poco a poco ya que es lo único que necesita, aprender las normas gramaticales, fonéticas, etc.

Dedicarle tiempo y aunque él ya lo sabe, expresarle que su actitud es admirable, y que cuando uno se esfuerza es probable llegar a conseguir lo que se desea.

Facilitarle la posibilidad de que practique el inglés, ya que hablara sin parar y poco a poco podrá ir mejorando los errores gramaticales o fonéticos, pero la práctica de intentar expresarse en otro idioma le vendrá muy bien para ir afianzando el idioma.

Estar siempre alerta para que según termine un libro o con un material ya tenerle preparado el siguiente para que no pierda ni un segundo.



El Agudo y Competente

Son alumnos que aprenden con tal facilidad y rapidez que no necesitarían siquiera profesor. Es gente capaz de aprender el idioma sólo de escucharlo a otros o de ver la televisión. Y a diferencia de los otros estudiantes podrán alcanzar la perfección del idioma ya que lo llevan en su cabeza.
Como profesor lo único que puedes hacer es maravillarte viendo como superan a todos los demás.
Lo mejor que puedes hacer es mostrarles todo lo que sabes, hasta la más minima cosa, porque no hay duda de que la aprenderán.
Pronunciar a la perfección para que pronuncien a la perfección, debes ser lo más duro contigo mismo como profesor para que ellos aprendan lo mejor de ti.


El Bestia

Este tipo de alumnos son bastante inteligentes y están acostumbrados a conseguir todo lo que quieren gracias a una mente ágil y brillante. Pero su gran problema es la falta de constancia y trabajo diario. Resuelven las situaciones de una forma rápida con mucho ingenio y poco trabajo. Esa falta de trabajo diario resulta ser el gran problema a resolver en estos casos para lograr con éxito aprender un idioma, en este caso el inglés. Normalmente nunca pasan de lograr un nivel medio de inglés.

Se precipitan a aprender el idioma como si entrara un elefante en una cacharrería, de una forma brusca, no planificada. Haciendo incursiones esporádicas y aparatosas, creyendo que amedrentando el idioma se van a hacer con él. Esta actitud de fuerza bruta y de una torpeza mental fingida es realmente una coraza que esconde una personalidad con una gran falta de seguridad. Normalmente no tienen paciencia para adquirir precisión ni agilidad con las estructuras más importantes. En situaciones donde tiene que demostrar sus capacidades comunicativas suelen salir del paso con grandes dotes de ingenio y gracia. Demostrando así ser una persona poco seria para llegar a su meta. Su gran problema es su falta de trabajo habitual por lo que raramente llegan a un buen nivel de inglés.

Para conseguir que estas personas adquieran un buen nivel deberán encontrar un profesor que sepa encauzarles en su formación. Tendrán que cambiar su actitud, que para algunas actividades resulta eficaz, pero no para adquirir una lengua y dar un giro de 180º puesto que el ingenio y la agudeza sólo ayudan en un 2%. La inteligencia ayuda en otro 20% y el restante tanto por ciento se reduce al esfuerzo personal. Su profesor, deberá administrarle bien unas tareas diarias. Primero sencillas y que apenas tardará 10 minutos en realizarlas para que vaya cogiendo confianza y un hábito de trabajo y estudio. Con el paso del tiempo las tareas serán más complejas y extensas y si el alumno se aplica en realizarlas logrará el aprendizaje del idioma. Tampoco deberá tener prisa por aprender el idioma, están acostumbrados a conseguir cosas a corto plazo pero en este caso sólo lo lograrán si son capaces de marcarse unas metas a largo plazo. La inmediatez aquí no da buenos resultados. La clave estará por tanto, en incidir en el esfuerzo personal con tareas diarias que con el tiempo se harán más difíciles y siempre supervisadas por el profesor.



El Metódico


Este alumno quiere conocer todas las reglas o normas del idioma antes de “soltarse”, el inglés como todos los idiomas tiene muchas excepciones, estas personas no se sueltan a la hora de hablar hasta que no tienen controlada la teoría, tienen miedo a ponerse en casos reales ( estos son los casos que importan, ya que el resto es teoría y la teoría no están importante como la práctica en la realidad a la hora de hablar un idioma )

Los metódicos llevan toda la vida estudiando la teoría y aun así siguen dando patadas al diccionario, siguen teniendo acento español 100%, intentan mejorar su teoría pero aun así siguen cometiendo errores. Aunque se les corrija 5000 veces. Ellos cada frase que dicen siempre hay dos o tres palabras mal dichas.

Yo para actuar con ellos lo que haría sería:
Proponerles muchas actividades en las que participarán en situaciones reales. Situaciones como una conversación en un restaurante, como pedir trabajo, aunque cometieran algún error decírselo pero sin darle mucha importancia. Que pierdan el miedo a equivocarse, que sepan salir de situaciones difíciles y complejas.

0 comentarios:

Publicar un comentario